La Receta para Leer

La Receta para Leer

Qué Requiere un Niño para Aprender a Leer?

Son varios los ingredientes que se requieren, que se mezclan y combinan en un ambiente propicio para lograr un pastel… perdón, una Lectura. Un hermoso, completo y delicioso pastel es lo mismo que hablar de una Lectura fluida, entonada, armoniosa y comprensiva.

Imaginémonos por un momento la siguiente situación:

Clase de Cocina…

A tu hijo lo sientan un día, junto con otros niños de la misma edad, en un salón de cocina. La docente les pide a todos que realicen el mas delicioso pastel. Le indica a cada uno cual es su puesto de trabajo, el que ha sido asignado según su nombre y apellido. Cada puesto de trabajo consta de una mesa, un mueble donde adentro tienen los ingredientes, utensilios de trabajo y debajo de la mesa un horno. 

Muchas Expectativas y Emoción sobre la elaboración de su pastel…

Tú hijo está emocionado por tan increíble experiencia. Se acomoda en su puesto sonriente mientras la docente les indica, que para tan completa elaboración, tienen un tiempo determinado.  Suena la campana y todos los niños empiezan la labor.

Tu hijo se sabe la receta, pues se la estudió. Tiene claro qué ingredientes debe sacar del mueble, cuál debe poner primero y cuál luego, también sabe cómo mezclarlos. Comprende el tipo de recipiente que debe elegir.  Sabe cuál es la temperatura exacta que debe alcanzar el horno. La teoría muy clara, ¿que podría fallar?  

No logra hacer el Pastel como se Esperaba…

¡Que terrible sorpresa! Solo encuentra la mitad de los ingredientes en su mueble. La docente ha dejado muy claro que ningún niño puede moverse de su sitio de trabajo ni pedir ayuda a nadie.  El entonces mezcla lo que encuentra y pone ese pegote, que poco se parece a una masa, en el recipiente.  Lo introduce en el horno, el que tampoco alcanza la temperatura indicada. Su sonrisa se desvanece. La alegría y la motivación se tornan en angustia y desesperación. 

Un pastel Desaprobado…

Al final suena nuevamente la campana y todos los niños ponen sobre las mesas, a manera de exposición, su gran y hermoso pastel. La docente los prueba uno por uno haciendo cara de agrado. Da palmaditas en la espalda, estrellas en la frente y buenas notas en las agendas.

Cuando llega a su puesto, la cara de la docente se transforma. Gesto desaprobador.   ¡Ni siquiera le antoja probar!  De tan mala suerte que no logra encontrar en su mueble ni siquiera una decoración. Ella escribe una larga nota en la agenda, no va ni estrella ni sellito de “¡Muy bien!”.  

Frustración, Desesperanza, Abandono…

La semana siguiente, él tiene la misma clase, ¡No quiere asistir! Busca abandonar, todas las excusas para no enfrentar nuevamente esta situación. ¿Y la motivación?  ¡Cómo va a estar motivado, esta aterrado!  No quiere, rechaza, abandona y termina por portarse muy mal en la clase de cocina. Nuevamente una nota larga en la agenda.  

Así como para hacer un pastel, para Leer también se requieren una serie de ingredientes y de un ambiente propicio para su elaboración y luego cocción. 

Mucho antes de “Hacer el Pastel” o “Leer” el niño empieza a madurar, amasar ingredientes de Conciencia Fonológica, Atención, Memoria, Lenguaje, Percepción… y la receta dice así: 

La Receta

“Para hacer la mejor y más comprensiva Lectura se requiere: Un pocillo grande y completo de Conciencia Fonológica, un chorro de Análisis y Síntesis Fonémica que debe tener chispas de Conteo de Sonidos, de Palabras y Deletreo.  A esta mezcla se le combinan unas cucharadas soperas de Percepción Visual y una cuchara muy grande de Percepción Auditiva, otra más de seguimiento ocular.  Luego de mezclar muy bien, se añade un pocillo de Atención Focalizada, otro más de Atención Inhibida, una buena porción de Freno Inhibitorio y un buen chorro de Atención Sostenida. Se añade a esto un kilo de Memoria de Trabajo.  Estos ingredientes se mezclan con Vocabulario, con la Comprensión de Conceptos tanto Literales como Abstractos.  Varias gotas de Habilidad Espacial. Un pocillo pequeño de Fluidez Verbal. Y una rodaja grande y bien licuada de Flexibilidad.   No se puede olvidar el Ingrediente Secreto, el de la Motivación.  Este desafortunadamente no se puede conseguir en una tienda, se encuentra en un cajón privado llamado Corazón”.  

El Ingrediente Secreto: La Motivación

Cuando tu hijo se ubica en su puesto de trabajo, debe tener todos los ingredientes a la mano y listos para iniciar el Pastel, además del Ingrediente Secreto: La Motivación.  Sin motivación, aunque tenga todos los ingredientes a la mano, no logrará hacer el Pastel.

Ambiente Óptimo para la Elaboración

Cuando suena la campana para iniciar la elaboración del pastel, además de los ingredientes tu hijo debe poder contar con el ambiente ideal: Un lugar ordenado, limpio, con adecuada luz. Una mesa cómoda donde amasar, una silla que no genere fatiga y siempre propicie una buena postura. Un reloj siempre a la mano y que posibilite medir el tiempo.   Mucha organización en el espacio. Tener la energía ideal.

Como cuando se hace un Pastel, para hacer una Adecuada Lectura se requiere tener a la mano Varios Ingredientes Cognitivos, un Ambiente Óptimo o propicio y mucha Motivación.   

 

Si tu hijo aún no cuenta con estos ingredientes para la Lectura, antes de que la Motivación se transforme en “Terror”, te recomiendo nuestro Programa de “Aprender a Leer” y “Leer para Comprender”.

Si quieres sabes con qué ingredientes cuenta tu hijo y cuáles le hacen falta aún, te recomiendo una Valoración Integral de Procesos Cognitivos.