Y en la Navidad, ¿qué fue lo que viviste y enseñaste a tus Hijos?

Y en la Navidad, ¿qué fue lo que viviste y enseñaste a tus Hijos?

Todo inició con la siguiente pregunta: “Mamá, al fin a quién le escribo la carta, al niño Dios o a Santa”, seguida de otra pregunta “¿Será que trabajan juntos?”. Silencio incómodo de todos y alguno contestó “Obvio que Papá Noel es el ayudante del Niño Dios, por eso la carta se la escribes al Niño Dios y Santa trae los regalos”.  

Antes de esta pregunta nuestra decoración y costumbres en casa evidenciaba nuestro gran espíritu navideño como fieles seguidores de Santa. La casa congestionada de luces tanto por dentro como por fuera, cada mesa con un adorno del bonachón, regordete de Santa y algunas de ellas con bandejas llenas de dulces. El arbol de navidad congestionado de adornos, luces y cargado de regalos cubriéndolo hasta la mitad. Renos, regalos, luces, moños y adornos de colores alegres.  El espíritu de la abundancia, de la comida, de las compras, de lo nuevo, de los regalos y más regalos… Y detrás de esta fachada colorida, mucho tiempo en el Centro Comercial comprando, otro tiempo más buscando por internet otros regalos diferentes, compra de ropa nueva, peluquería, juguetes, más juguetes y mucha comida… y al final todo se cerraba con la fiesta del veinticuatro, todos sentados esperando las doce de la noche para abrir los regalos. Luego de los regalos una abundante cena. Los niños viendo televisión esperando las doce. Todos fingiendo estar a gusto  esperando las doce, y las doce anunciando la primera apertura del primer regalo… El Sentido Navideño se reducía al Consumismo Navideño; el Espíritu Navideño era más bien el Materialismo Navideño. 

Esa pregunta que Emilio nos hizo, hace que suenen las campanas, y no las de Belén….Campanas de alarma sobre lo que vivimos y enseñamos en cuanto al Real Espíritu de la Navidad.   Algo no endaba bien en nuestro hogar, si nuestro hijo estaba tan confundido sobre la Navidad era porque nosotros estábamos transmitiendo con nuestras prácticas confusión, ambivalencia, incoherencia.  Y nuestro hogar seguro funciona como mucho otros hogares.  

¿Qué hacer? ¿Dar un largo discurso a nuestros hijos sobre el Sentido, el nacimiento, el pesebre y luego seguir siendo fieles a Santa?

Intentamos un cambio real.  Empezamos por cambiar la decoración,  dimos mucha importancia al pesebre y esto nos impulsó a rezar la novena con los niños, pero no porque tocaba, sino con un sentido, un querer.  Cucharas, ollas y cacerolas acompañaban parte de los cantos cuando se acababan las maracas. Inventamos canciones y villancicos. Inclusive aunque no hubiera motivo de novena, ni invitados, la leíamos y cantábamos. 

Pero encontramos que tampoco el fin de la navidad era el pesebre, ni la novena, maracas o canciones. Así como el fin no podían ser los regalos, ni estrenar ropa. Si este no es el fin… ¿cual es el fin de la Navidad? 

Estos deben ser solo los medios para alcanzar el Espíritu Real de la Navidad.   

“¿Mamá, que significa Navidad?”, otra pregunta curiosa de mi hijo, que no para de preguntar, y nos ayuda a reflexionar.   Despues de buscar sobre el significado le explicamos: “Navidad significa nacimiento”. “Nacimiento de un niño en el pesebre…. Nacimiento de cada uno, nacimiento porque quiero mañana ser mejor de lo que hoy soy, nacer como una persona mejorada”… y descubrimos que este es el sentido real de la Navidad. El nacimiento de un Yo Renovado, Mejorado.   

Así que al final puede o no ser el regalo, puede o no ser el pesebre, la comida, la decoración, la novena… puede o no ser, pues ninguno de estos son el fin de la Navidad, pero pueden ser el medio para Re-Nacer!